¿Por qué viajar como voluntario con Worldpackers es la mejor opción? Si alguna vez has soñado con viajar de manera significativa y ahorrar en alojamiento mientras ayudas a comunidades locales, Worldpackers es la plataforma ideal. En este artículo, comparto mi experiencia como voluntaria en Playa del Carmen, México, y cómo el voluntariado se convirtió en la mejor parte de mi aventura.


¿Qué es Worldpackers y por qué elegí esta plataforma?

Worldpackers es una plataforma global que conecta a viajeros con proyectos de voluntariado en todo el mundo. A cambio de trabajo voluntario de algunas horas al día, obtienes alojamiento gratuito y, en muchos casos, comidas. Esta opción se destaca porque permite a los viajeros ayudar en proyectos sociales, ecológicos y educativos mientras exploran nuevos destinos de una manera auténtica y enriquecedora.

Una de las razones por las que elegí esta plataforma es por su sistema de reseñas de voluntarios anteriores. Esto me brindó la seguridad de que los anfitriones eran confiables y el proyecto adecuado para mi perfil. Si estás buscando una forma accesible y responsable de viajar solo, Worldpackers es una excelente opción.


Proceso para ser voluntario en Worldpackers: Paso a paso

El proceso es sencillo: primero, debes registrarte en la plataforma y adquirir una membresía anual, que tiene un costo de $49 USD. Esta membresía te da acceso a todos los proyectos disponibles y a una red de viajeros y anfitriones confiables. Una vez que te registras, puedes comenzar a explorar los proyectos filtrando por ubicación, tipo de trabajo y duración. Worldpackers hace que este proceso sea muy intuitivo, permitiéndote encontrar opciones que se ajusten a tus intereses y habilidades. Pero antes de sumergirte en la búsqueda, la plataforma te guía a través de unos videos formativos que explican cómo funciona Worldpackers, cuáles son tus responsabilidades como voluntario y qué puedes esperar de la experiencia. Estos videos son muy útiles, especialmente si es tu primera vez usando la plataforma, ya que te ayudan a comprender mejor tu rol y a prepararte para la convivencia con anfitriones y otros voluntarios.

Además, es importante que completes tu perfil lo más detallado posible. Incluye información sobre tus habilidades, intereses, experiencias previas y por qué quieres ser voluntario. Un perfil completo no solo aumenta tus posibilidades de ser aceptado en los proyectos que te interesan, sino que también ayuda a los anfitriones a conocerte mejor y asegurarse de que eres una buena opción para su equipo. ¡Tómate tu tiempo en esta parte, ya que puede marcar la diferencia!

Lo que más me gustó es que, antes de comprometerme con un proyecto, pude leer las reseñas de otros voluntarios que ya habían estado allí. Incluso, la plataforma te permite contactar directamente a esos voluntarios para hacerles preguntas específicas y obtener una valoración real de su experiencia. Esto fue clave para mí, ya que me ayudó a elegir un proyecto que se adaptara a mis expectativas y necesidades.

Es importante mencionar que Worldpackers no cubre los vuelos, el seguro médico ni los visados (en caso de que sean necesarios). Sin embargo, la plataforma ofrece asistencia en destino a través de su equipo de soporte. Si algo no es como lo esperabas o surge algún problema durante tu estancia, puedes contactar a Worldpackers para recibir ayuda y orientación. Esto me dio mucha tranquilidad, ya que sabía que no estaría sola en caso de que algo saliera mal.



¿Cómo elegí mi proyecto en Playa del Carmen?

Playa del Carmen no era un destino desconocido para mí. Ya había estado de vacaciones en 2022 y me encantó su ambiente vibrante, sus playas de aguas turquesas y su cercanía a otros lugares increíbles como Tulum y Cancún. Por eso, cuando decidí probar el voluntariado, supe que este sería el lugar ideal para pasar una temporada más larga. Quería vivir como una local, descubrir rincones menos turísticos y, al mismo tiempo, contribuir a la comunidad.

Al explorar las opciones en Worldpackers, encontré varios proyectos interesantes, pero finalmente me decidí por uno que buscaba voluntarios para ayudar en un hostal céntrico. El compromiso era de tres veces a la semana, cinco horas por la tarde, lo que me pareció perfecto para equilibrar el trabajo remoto, el voluntariado y el tiempo libre. Mis tareas incluían recepción, resolver dudas de los huéspedes, gestionar llegadas y hacer limpieza básica de las zonas comunes. No era un trabajo demasiado exigente.

El alojamiento para los voluntarios era en cuartos compartidos con literas, algo común en este tipo de proyectos. A cambio de mi trabajo, recibía comida los días que laboraba y acceso a una cocina comunal para preparar mis propios alimentos cuando quisiera. El hostal estaba muy bien ubicado, cerca de la Quinta Avenida (la zona principal de Playa del Carmen) y a pocos minutos de la playa. Esto me permitía aprovechar al máximo mi tiempo libre, ya sea para relajarme en la arena, probar la deliciosa comida local o salir a explorar los cenotes y ruinas mayas de la región.



Mi experiencia como voluntaria en Playa del Carmen

Voy a ser sincera: mi experiencia como voluntaria en Playa del Carmen fue, en su mayoría, increíble. Al principio, todo era perfecto. Me encantaba la zona (y sigo enamorada de ella), había muy buen rollo con otros voluntarios y conocí a gente de todo el mundo. Incluso hice amistades locales que aún mantengo. Las tardes en la playa, los paseos por la Quinta Avenida y las charlas interminables con otros viajeros hicieron que cada día fuera especial.

Sin embargo, como en cualquier experiencia de convivencia, no todo fue perfecto. Casi al final de mi estancia, la dinámica entre algunos voluntarios se volvió complicada. No voy a entrar en detalles, pero la convivencia se tornó un poco tensa, algo que, por supuesto, no es culpa de Worldpackers, pero es una situación que cualquiera puede encontrarse cuando se comparte espacio con personas de diferentes culturas y personalidades. Después de dos meses, decidí que era momento de irme. Avisé con tiempo, no me pusieron ningún inconveniente y me fui con la sensación de haber vivido una experiencia enriquecedora, a pesar de los altibajos.

Lo que aprendí

  • Flexibilidad: A veces las cosas no salen como planeamos, y está bien adaptarse a los cambios.
  • Comunicación: Es clave hablar con los anfitriones y otros voluntarios si algo no va bien.
  • Autocuidado: Saber cuándo es momento de seguir adelante es parte de cuidar de uno mismo.
  • Gratitud: A pesar de los desafíos, estoy agradecida por todo lo que viví y aprendí en Playa del Carmen.

Consejos para futuros voluntarios

Si estás pensando en hacer un voluntariado, ten en cuenta que no todo será perfecto, pero eso no significa que no valga la pena. Aquí van algunos consejos basados en mi experiencia:

  1. Investiga bien el proyecto y lee las reseñas de otros voluntarios.
  2. Mantén una mente abierta y sé flexible.
  3. Comunica cualquier problema o incomodidad con los anfitriones.
  4. No tengas miedo de tomar decisiones si algo no está funcionando.
  5. Disfruta al máximo, pero recuerda que tu bienestar es lo más importante.

4. Cómo combiné el voluntariado con el trabajo remoto

Una de las cosas que más me preocupaba antes de llegar a Playa del Carmen era cómo equilibrar el voluntariado con mi trabajo remoto. Sabía que tendría que ser muy organizada para cumplir con ambas responsabilidades sin sacrificar mi tiempo libre para explorar y disfrutar de la ciudad. Al final, encontré un equilibrio que funcionó muy bien para mí, y quiero compartir algunos consejos por si estás considerando hacer lo mismo.

En mi caso, el voluntariado requería tres días a la semana, cinco horas por la tarde. Esto me permitió organizar mi horario de trabajo remoto en las mañanas y dedicar las tardes a mis tareas en el hostal. Las noches las reservaba para relajarme, salir a cenar con otros voluntarios o simplemente pasear por la Quinta Avenida. Los días que no tenía voluntariado, aprovechaba para trabajar más horas y así tener tiempo libre los fines de semana para hacer excursiones a lugares como Tulum, los cenotes o las ruinas mayas.

Consejos prácticos para combinar voluntariado y trabajo remoto:

  1. Planifica tu horario con anticipación: Dedica tiempo a organizar tu semana, asignando bloques específicos para el trabajo, el voluntariado y el ocio.
  2. Asegúrate de tener una buena conexión a internet: Esto es esencial para cualquier wordpacker. Antes de elegir un proyecto, verifica que el alojamiento tenga una conexión estable y rápida.
  3. Comunica tus necesidades: Habla con tus anfitriones sobre tu horario de trabajo remoto para asegurarte de que no haya conflictos con las tareas de voluntariado.
  4. Aprovecha los días libres: Si tu voluntariado no es de tiempo completo, usa los días libres para explorar o trabajar en proyectos personales.
  5. No te sobrecargues: Es importante encontrar un equilibrio entre el trabajo, el voluntariado y el descanso. Si te sientes agotado, tómate un día libre o reorganiza tu horario.

Mi rutina diaria:

  • Mañanas: Trabajo remoto (4-5 horas).
  • Tardes: Voluntariado en el hostal (5 horas, tres días a la semana).
  • Noches: Tiempo libre para explorar, socializar o relajarme.
  • Fines de semana: Excursiones o tiempo para ponerme al día con el trabajo si era necesario.

Gracias a esta organización, pude disfrutar al máximo de mi experiencia en Playa del Carmen sin descuidar mis responsabilidades laborales. Si estás pensando en hacer voluntariado, te animo a probar este estilo de vida. Con un poco de planificación, es posible combinar trabajo, voluntariado y aventura de una manera increíble.


¿Recomendaría Worldpackers?

Mi experiencia como wordpacker en Playa del Carmen no solo fue una aventura inolvidable, sino también una oportunidad para crecer en muchos aspectos. A nivel personal, me permitió salir de mi zona de confort, conocer personas increíbles de diferentes culturas y desarrollar habilidades como la adaptabilidad, la paciencia y la resolución de conflictos. Aprendí a valorar las pequeñas cosas, desde una puesta de sol en la playa hasta una conversación profunda con un compañero voluntario.

Profesionalmente, esta experiencia también tuvo un impacto positivo. Aprendí a gestionar mi tiempo de manera más eficiente, a trabajar en entornos multiculturales y a comunicarme de manera efectiva, incluso cuando el idioma era una barrera. Además, el hecho de combinar el trabajo remoto con el voluntariado me demostró que es posible tener un equilibrio entre la vida laboral y personal, algo que intento mantener en mi día a día.

Pero quizás lo más valioso fue darme cuenta de que viajar no tiene que ser solo un escape de la rutina, sino una forma de enriquecer tu vida y contribuir al mundo. Ahora, cada vez que planeo un viaje, busco opciones que me permitan conectar con la comunidad local y dejar una huella positiva, por pequeña que sea.

Si estás pensando en probar el wordpacking o el voluntariado, te animo a dar el paso. No solo es una forma de ahorrar en alojamiento o vivir en un destino soñado, sino también una oportunidad para crecer, aprender y contribuir. Y, quién sabe, quizás esta experiencia te cambie la vida tanto como me la cambió a mí.

¡Es una experiencia que no olvidarás!


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¿Te gustaría vivir una experiencia similar con Worldpackers? Déjame tus preguntas en los comentarios o si lo necesitas escribeme a mis redes sociales. No olvides estar al tanto de mi blog para más historias y consejos de viaje.


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