1. Introducción
Marrakech puede ser una experiencia inolvidable. En esta guía te comparto consejos prácticos para disfrutar al máximo de esta vibrante ciudad marroquí.
Viajar sola no era algo nuevo para mí, pero Marruecos sí. Siempre me había llamado la atención por su riqueza cultural, sus colores intensos, sus aromas, su historia… y Marrakech, en particular, me parecía el lugar ideal para una primera toma de contacto con el país.
Decidí lanzarme a esta aventura sin expectativas muy claras, solo con muchas ganas de descubrir, observar y dejarme llevar por el ritmo vibrante de la ciudad. Sabía que iba a ser una experiencia diferente a otros viajes en solitario que había hecho antes. Y lo fue, en muchos sentidos.
En este artículo te comparto mi experiencia personal viajando sola a Marrakech:
- dónde me alojé,
- qué lugares me encantaron (y cuáles no tanto),
- cómo me moví por la ciudad,
- cómo me sentí en términos de seguridad,
- y qué consejos te daría si estás pensando en hacer un viaje similar.
Porque viajar sola es un acto de libertad… y también una forma preciosa de conocerte mejor.
2. El Alojamiento
Para mi estancia en Marrakech, elegí el Riad Coq Berbère Fou, un pequeño y acogedor riad en el corazón de la medina. Su ubicación es perfecta, a solo unos minutos caminando de los principales puntos de interés, lo que lo convierte en una base ideal para explorar la ciudad sin tener que depender demasiado del transporte.
Habitación:
La habitación era cómoda, con una cama enorme que me ofreció un descanso reparador después de largos días caminando por la ciudad. El baño, completamente privado, era pequeño pero muy funcional, y lo mejor de todo: ¡agua mineral de cortesía! Este detalle es importante, ya que nunca debes beber agua del grifo en Marruecos (ni siquiera para enjuagarte los dientes). Yo siempre llevaba agua embotellada para todo, y el hecho de que me ofrecieran agua gratuita fue un gran detalle.
Lo que me gustó:
- El desayuno tradicional incluido en el precio del alojamiento. Todos los días, el pan estaba recién hecho, acompañado de mermeladas caseras, huevos, fruta fresca y el clásico té de menta. Empezar el día con este desayuno típico fue uno de mis pequeños placeres.
- Seguridad: El riad tenía una puerta con llave y contaba con vigilancia nocturna. Los dueños siempre estaban presentes y eran muy atentos. Esto me dio mucha tranquilidad, especialmente viajando sola.
- El ambiente era tranquilo y relajante, un refugio perfecto después de la ajetreada vida de la ciudad.
Lo que no me gustó tanto:
Aunque mi experiencia fue muy positiva, podría decir que la ubicación podría ser un poco difícil de encontrar al principio, ya que las calles de la medina son un verdadero laberinto.
¿Lo recomendaría para viajeras solas?
¡Totalmente! El riad es muy seguro, está bien ubicado, y los dueños son extremadamente amables y atentos. Además, la atmósfera tranquila lo hace ideal para descansar después de un día explorando la ciudad.
- Precio aproximado: Los riad en Marrakech suelen rondar los 100 euros por noche. Este precio es bastante razonable para la calidad que ofrecen, especialmente si consideramos el desayuno y la seguridad.
3. Traslados
Una de las preocupaciones comunes al llegar a una ciudad nueva es cómo moverse del aeropuerto al hotel y dentro de la ciudad. En Marrakech, el transporte es fácil de gestionar, pero hay algunos detalles importantes que debes saber.
¿Cómo llegué del aeropuerto al hotel?
Mi primer traslado fue directo del aeropuerto de Marrakech-Menara al Riad Coq Berbère Fou. Opté por un traslado privado que costaba 17€ por trayecto. Este servicio fue muy conveniente porque ya tenía el precio claro, y los conductores fueron puntuales y amables. Además, las calles de la medina pueden ser complicadas, por lo que contar con un conductor que conociera la ruta fue un alivio.
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¿Usé taxis, transporte público o caminé?
Principalmente, me moví a pie por Marrakech. La ciudad es bastante caótica, especialmente la medina y sus alrededores. Sin embargo, si quieres ir a lugares más alejados o fuera del centro, puedes urilizar taxis. Los taxis en Marrakech no tienen taxímetro, así que siempre es mejor negociar el precio antes de subir. Ten en cuenta que muchos conductores intentan cobrar más, así que siempre pregunta a los locales o al hotel cuál es el precio estándar.
Si te animas a usar el transporte público, hay autobuses urbanos, aunque en mi caso, preferí no usarlos porque no están siempre tan bien señalizados, colas eternas y los horarios pueden ser algo confusos.
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🚗 Ver coches disponibles4. Consejos: Mi experiencia real como mujer
Durante mi viaje sola por Marrakech, nunca me sentí en peligro, aunque sí tomé ciertas precauciones básicas que me permitieron moverme con confianza y disfrutar al máximo. Como en cualquier ciudad del mundo, hay que estar atenta, pero en general, me sentí segura y respetada.
Mis medidas básicas de seguridad
- Solo sacaba dinero en cajeros ubicados en zonas turísticas o dentro de bancos (como los cercanos a Jemaa el-Fna).
- Evitaba los cajeros que estaban en callejones solitarios o mal iluminados, especialmente por la noche.
- Llevaba conmigo solo el dinero necesario para el día. El resto, junto con mi pasaporte, lo dejaba en la caja fuerte del riad.
- Usaba el móvil con normalidad en cafés, plazas y mercados. Pero en zonas más tranquilas o de noche, lo guardaba en un bolso cruzado con cremallera, siempre cerca del cuerpo.
Vestimenta: ¿hay que cubrirse?
No es obligatorio, pero sí recomendable. Llevar ropa holgada y sin escote me ayudó a evitar miradas innecesarias y a sentirme más cómoda. Yo opté por pantalones largos y sudadera de manga larga.
Situaciones incómodas… y cómo las manejé
Recibí algún que otro “hola, guapa” al pasar por ciertos lugares, pero la mayoría de las veces bastaba con ignorar y seguir caminando sin reaccionar. Nunca pasaron de ahí. De hecho, me sorprendió lo poco invasiva que fue la atención masculina en comparación con lo que imaginaba. La mayoría de las veces, me sentí invisibilizada en el buen sentido: nadie se metía conmigo.
Regateo sin miedo
El regateo es parte del juego, y aunque al principio puede parecer incómodo, le acabas pillando el gusto. Mis trucos:
- Siempre preguntar en qué moneda está el precio (a veces lo dicen en euros para inflar el valor).
- Comenzar ofreciendo la mitad del precio inicial. Desde ahí se negocia hasta llegar a un punto medio razonable.
- Si no te interesa, di que no con amabilidad y sigue tu camino. No pasa nada.
5. ¿Qué ver en Marrakech?: Lugares imprescindibles
Explorar Marrakech es una experiencia intensa, llena de contrastes, historia y rincones que te marcan. Aquí te comparto los lugares que visité, con recomendaciones, precios, horarios y algún que otro tip útil que me salvó el día.
🛑 Importante: Todo se debe pagar en efectivo
– La Medina: Caótica, mágica… y un poco tramposa
La medina de Marrakech es el alma de la ciudad: ruidosa, vibrante, a veces agobiante… pero también hipnotizante. Aquí un consejo esencial:
📍 Guarda la ubicación de tu riad en el móvil. Google Maps puede fallar, pero marcar puntos clave (como Jemaa el-Fna o calles principales) me ayudó a orientarme.
⚠️ Ten paciencia: prepárate para perderte (es parte del encanto), para negociar precios en cada esquina y para esquivar motos que parecen salir de la nada.
– Palacio de la Bahía
💰 Entrada: 100 dirhams
🕒 Horario: 9:00 – 17:00
Este palacio es un ejemplo de la arquitectura marroquí en todo su esplendor: mosaicos, techos tallados en madera, jardines ocultos y rincones llenos de historia. Aunque no tiene mucha información explicativa, caminar por sus patios es una experiencia muy sensorial.
Tip personal: tómate tu tiempo para observar los detalles en las puertas y las luces filtradas en los patios.

– Palacio El Badi
💰 Entrada: 100 dirhams
🕒 Horario: 9:00 – 17:00
Construido para celebrar una gran victoria, El Badi fue un palacio de lujo… hoy quedan solo sus fantasmales ruinas. Aun así, hay algo fascinante en recorrerlo sabiendo que fue saqueado por completo.
❝ ¿Vale la pena?
Si buscas un spot instagrameable, no.
Pero si quieres sentir el peso de la historia, absolutamente sí. ❞
– Tumbas Saadíes
💰 Entrada: 100 dirhams
🕒 Horario: 9:00 – 17:00
Un mausoleo que permaneció oculto durante siglos y fue descubierto por accidente desde el aire en 1917. Lo más impactante: la Sala de las 12 columnas, y la delicadeza de los materiales usados, como mármol italiano y oro sudanés.
📌 Consejo clave: ve temprano. La cola para entrar puede ser larga (yo esperé unos 30 minutos solo para ver las tumbas), pero merece la pena.

5- Madrasa de Ben Youssef
💰 Entrada: 60 dirhams
🕒 Horario: 9:00 – 19:00
⌛ Tiempo estimado: 45 minutos – 1 hora
Uno de mis lugares favoritos. Esta antigua escuela coránica está llena de arte, historia y detalles que cuentan siglos de tradición.
Imaginar a los estudiantes recitando el Corán en esas pequeñas celdas me puso la piel de gallina. La arquitectura es impresionante y el silencio, casi sagrado.
– Mezquita Kutubía
📍 Ubicación: a pasos de Jemaa el-Fna
⏳ Acceso: solo el exterior está abierto a no musulmanes
Su minarete de 77 metros es visible desde muchos puntos de la ciudad y sirve como referencia perfecta para no perderte en la medina.
🕯️ Mi momento favorito: una hora antes del atardecer, cuando el sol pinta de dorado la fachada.
⚠️ Evita la zona los viernes al mediodía, cuando se llena por la oración.
– Plaza Jemaa el-Fna: caos, encanto y esencia de Marrakech
Si hay un lugar que define Marrakech, es la plaza Jemaa el-Fna. Desde la mañana hasta la noche, este espacio es un espectáculo vivo: músicos, encantadores de serpientes, puestos de zumo de naranja, contadores de historias y mil aromas flotando en el aire.
🌞 Durante el día, es más tranquila (aunque «tranquila» es relativo en Marrakech): puedes recorrerla sin tanta aglomeración, ver el ir y venir de la gente local y ubicar bien los alrededores.
🌜 Pero al caer la tarde… se transforma. Empiezan a instalarse los puestos de comida, suena la música, se llena de luces y aparece ese ambiente mágico que no se puede explicar, solo vivir.
📍 Consejo personal:
Ve al menos dos veces: una de día para reconocer el terreno, y otra por la noche para vivir el verdadero show.
🎥 Tip viajera:
Aunque sea muy tentador grabar o sacar fotos, ten en cuenta que muchos artistas callejeros exigen propinas si te ven con la cámara. A veces incluso pueden pedir dinero aunque solo estés pasando con el móvil en la mano.
🍊 No te vayas sin probar un zumo natural recién exprimido (pide que no le añadan azúcar si lo prefieres más natural).
📍 Y si te mareas un poco entre tanta gente, refúgiate en alguna terraza cercana (como la del Café Glacier o el propio Argana) y observa desde arriba. Es una experiencia en sí misma
6. ¿Buscas un Sitio Especial para Cenar?
Te recomiendo el Restaurante Argana en Jemaa el-Fna
Un clásico con terraza panorámica. Desde allí tienes vistas directas a la plaza y la Kutubía, lo que lo convierte en un lugar perfecto para cenar mientras ves cómo la ciudad se transforma al caer la tarde.
🕖 Tip importante: llega a las 7 PM, antes de que se llene de turistas.
📸 Ese momento en el que el sol se pone detrás de la mezquita… mágico.

¿Es caro para Marruecos? Sí. ¿Merece la pena? También. Si viajas sola y prefieres evitar los puestos callejeros, este restaurante te da seguridad, higiene y buena comida.
💡 Si vas en grupo, pide varios tajines para compartir.
🎥 ¿Quieres ver todo esto en movimiento?
Te dejo mi video-vlog en mi canal de YouTube, donde te muestro cómo fue realmente mi experiencia: desde los callejones de la medina hasta las terrazas con vistas increíbles.
👉 Puedes verlo aquí:
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7. Excursiones desde Marrakech
Si tienes más días, te recomiendo hacer alguna escapada fuera de la ciudad. Yo hice una excursión de un día a Essaouira, una ciudad costera con mucho encanto, calles tranquilas y aire atlántico que se siente como un respiro después del caos de la medina.
🚌 Es fácil reservarla online y hay muchas opciones que incluyen transporte y guía.
8. Consejos personales y aprendizajes
Viajar en solitario me recordó algo que a veces olvido: que soy capaz de mucho más de lo que creo. En una ciudad tan intensa, tan diferente culturalmente, aprendí a confiar en mi intuición, a poner límites sin sentir culpa, y también a dejarme llevar sin tener todo bajo control.
¿Volvería? Sí, sin dudarlo. Marrakech tiene esa energía que te atrapa, que te reta, pero también te recompensa. Volvería incluso con más calma, tal vez para descubrir rincones menos turísticos, probar más platos locales o simplemente para perderme de nuevo sin prisa por encontrarme.
¿Cambiaría algo? Quizá ir más ligera de equipaje y no planear tanto. Marrakech se vive mejor con margen para la sorpresa.
Gracias por acompañarme en este pedacito de aventura por Marrakech.
Viajar sola no siempre es fácil, pero siempre —siempre— es transformador.
Espero que esta guía te ayude a preparar tu viaje, a sentirte más segura y, sobre todo, a lanzarte sin miedo.
✨ Y si algo te quedó claro después de leerme, ojalá sea esto:
Sí, puedes hacerlo. Y lo vas a disfrutar muchísimo.
Nos vemos en el próximo destino,
💛
— Carlota
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